Cuando un niño evita sistemáticamente a sus pares o expresa sentirse excluido, es importante prestar atención. Existen señales que pueden alertar tanto a las familias como a los docentes, y detectar a tiempo estas actitudes es clave para acompañarlo de manera amorosa y respetuosa en su proceso de socialización

Algunas de ellas son:

· Evitación sistemática de espacios grupales.

· Permanencia constante en soledad durante recreos o actividades.

· Frases como “nadie quiere jugar conmigo”.

· Dolores físicos o ansiedad antes de ir al colegio.

“El rol del docente es clave, porque muchas veces es quien más claramente observa el modo en que el niño se vincula con otros”, destaca López.

¿Se puede intervenir? Sí, pero con respeto a los tiempos del niño.

“Vincularse es una habilidad que se aprende y se fortalece, pero no desde la exigencia ni el juicio”, expresa la psicóloga. Los adultos enseñan más con lo que hacen que con lo que dicen: proponer juegos compartidos, invitar amiguitos a casa o inscribirlos en talleres puede abrir caminos.

Desde el ámbito escolar, Gonda recuerda que la escuela es una institución socializadora por excelencia.

Cada vez más hijos únicos: las razones detrás de esta tendencia

“Ya desde nivel inicial se transmiten pautas y valores. Las experiencias sociales permiten conocerse, gestionar emociones, aprender a resolver conflictos y respetar la diversidad”, comenta la psicóloga.

Cómo ayudar

“La forma en que se relacionan los adultos en casa es el principal modelo para los niños”, indica por su parte López. Por ello, aconseja:

· Ofrecer espacios de juego con otros niños.

· Estimular el compartir, el respetar turnos y la tolerancia a la frustración.

· Validar emociones y no minimizar los miedos sociales.

· Fomentar la construcción de vínculos sólidos con familiares, amigos y compañeros.

Infancia y cuidado: cuando crecer sin pares puede ser un desafío

Así que un niño disfrute de la compañía adulta no es preocupante por sí solo. Lo importante es que también tenga la posibilidad de ensayar la vida con otros niños, con sus conflictos y sus juegos. Porque en esos vínculos, a veces caóticos y otras veces mágicos, se construyen muchas de las herramientas más valiosas para la vida.

Costos: canasta básica de crianza en Tucumán

La Dirección de Estadística de la Provincia (DEP), reveló que en Tucumán durante el mes de febrero, el costo de la canasta de la crianza para los menores de un año fue de $404.618, para los niños y niñas de hasta tres años fue de $480.200.
En tanto, para los pequeños de cuatro a cinco  años $400.485 y para los de 6 a 12 años $503.935.

La canasta incluye tanto el costo mensual para adquirir los bienes y servicios para el desarrollo de infantes, niñas, niños y adolescentes, así como el costo de cuidado que surge a partir de la valorización del tiempo requerido para dicha actividad, se detalló desde el dependiente de la Secretaría de Estado de Gestión Pública y Planeamiento.